Como todo el mundo va aceptando que irremisiblemente no estamos en crisis sino que han cambiado los tiempos, también los abogados parece que han acabado por aceptar que van a tener que se más activos en la búsqueda de clientes.
Aunque todavía estamos lejos del modelo americano, donde el abogado persigue a los potenciales clientes por los hospitales, las funerarias o las comisarías de policía, cada día se da un paso más en el acercamiento comercial al cliente y uno d elos ás tibios y más fáciles de dar es el de Internet.
Para el abogado tiene tres ventajas principalmente:
- es «limpio» y sigue sin implicar demasiado contacto con los potenciales compradores de su servicio
- se puede contratar a una empresa o se puede incluso optar por el DIY (do it yourself)
- los resultados del esfuerzo suelen ser bastante medibles y en unos pocos meses se puede saber si se está trabajando en la dirección correcta o no
Si se contrata a un profesional, ya se encargará él de hacer lo que sea necesario para conseguirnos clientes desde Internet pero si se opta por el HTM (háztelo tú mismo) 🙂 aquí hay una lista de tareas imprescindibles que hay que acometer antes de hacer nada:
- primero, dedicar un par de mañanas a buscar abogados por Internet como si fuéramos un cliente a ver qué hacen otros despachos, qué sitios web tienen, si nos encontramos mucha o poca publicidad por el camino, etc. Hay que hacerlo desde un ordenador y desde un smartphone.
- montar un blog con nuestro propio dominio y escribir un artículo a la semana teniendo en cuenta que si escribimos artículos técnicos, nos leerán los técnicos, es decir, nuestra competencia y no conseguirás clientes; escribe para tus clientes potenciales: anécdotas, explica casos famosos, etc.
- abrir un perfil profesional en cada una de las redes sociales principales (Facebook, Twitter y Google+… sí también Google+, mira cómo lo ha hecho este abogado de Granada) e intentar contactar como profesional con los clientes potenciales; busca en esas redes sociales quejas que tienen un encauzamiento jurídico y participa activamente en el debate técnico
Cuando ya hayamos hecho todo esto durante tres o cuatro meses estaremos en condiciones de decidor si nos vamos a hacer cargo del marketing de nuestro negocio en Internet o vamos a contratar a un profesional.